En el pueblo de Minya (Egipto) 300 musulmanes atacaron las casas de los cristianos coptos locales, quemándolas después de robar sus pertenencias, además de haber golpeado a una mujer cristiana de 70 años que fue desnudada y arrastrada por las calles. Estos actos habrían sido motivados por la supuesta noticia de un cristiano que mantendría una relación sentimental con una musulmana.
Los cristianos coptos pidieron ayuda a la Policía, si bien esta no hizo nada para frenar los ataques. Esto no es ninguna novedad y estaría en consonancia con el doble discurso del presidente Al Sisi, que por un lado pidió perdón a los cristianos por las recientes persecuciones en su contra, y por otro cierra iglesias por considerarlas "un peligro para la seguridad", aún cuando son los musulmanes quienes realizan los ataques.
Debemos tomar en cuenta que Minya tiene un elevado porcentaje de población cristiana, de alrededor del 50% según algunas fuentes. Es lógico preguntarse que si esto ocurre en un lugar con tanta población cristiana ¿qué cosas aún más graves pasarán en los lugares donde los musulmanes superan el 90%? Y eso que según los gobiernos occidentales, Egipto es uno de los países árabes "ejemplo de tolerancia religiosa" y aliado de Estados Unidos en su "lucha contra el terror".
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