De la Atlántida a Rapa Nui.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Mientras Occidente pierde la fe, Siria nos da el ejemplo.

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La imagen que antecede estas líneas fue tomada el día 13/9/2015 (víspera de la Exaltación de la Santa Cruz) en los restos de una iglesia asiria destruida por los musulmanes de ISIS en el valle de Khabur (Siria). Este grupo de valientes mujeres no se amilanó ante el peligro ni se desanimó ante la destrucción de su lugar sagrado y se hicieron presentes para orar y encender unas velas, en símbolo de esa hermosa y admirable fe cristiana que arde en sus corazones y que las convierte, desde ya, en todas unas heroínas, ejemplo para el nihilista Occidente actual y para el mundo entero en general. Podrán destruir los templos de piedra, pero el templo del Espíritu Santo en nuestro interior no podrán destruirlo jamás.
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La situación de nuestros hermanos cristianos en Medio Oriente, cuna histórica de nuestra fe, se hace cada vez más complicada. Ellos deben luchar por la preservación de sus vidas, de sus familias, de su historia y de su fe, esquivando la indiferencia de una Europa extrañamente complaciente con los musulmanes y traidora de su herencia cristiana. Es necesaria la formación de guerrillas que mantengan a raya a los musulmanes extremistas. Estos cristianos no tendrán muchas armas, ni el apoyo de las "cristianas" Estados Unidos y Francia, pero tienen la espada de la fe en sus manos y eso los vuelve, ciertamente, invencibles.
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Mireille Al Farah es una joven cristiana siria actualmente residente en España. Ella no tiene que huir de los ataques de ISIS mientras está en Europa, pero enfrenta otro tipo de violencia: la burla de una sociedad descreída que ve al cristianismo como un asunto de mentes primitivas. Se lo han dicho directamente y ella ha respondido con gallardía. Lamentablemente, ha comprobado también que la antigua Europa cristiana, esa que aún se lee en los viejos libros de texto y que fue faro de fe para el mundo entero, no existe más.

viernes, 31 de julio de 2015

Santos olvidados de los primeros siglos: San Juan Ermitaño.

San Juan de Egipto, uno de los mayores ornamentos del desierto, tan célebre por el don de profecía y por el resplandor de sus virtudes, como venerable en toda la Iglesia, nació en Licópolis de Tebaida, por los años del Señor de 303. Por la gran pobreza de sus padres se vió precisado a aprender el oficio de carpintero luego que tuvo edad para poder ganar la vida. Pero el Señor que le destinaba para modelo de perfección de todos los cristianos, le inspiró pasar sus días en el desierto, para atender únicamente al cuidado de su salvación por los santos ejercicios de la oración y de la penitencia. Que siendo de veinte y cinco años se despidió de su maestro, y se entregó a la disciplina de un santo anciano, el cual descubriendo en aquel muchacho una humildad extraordinaria y un singular rendimiento de espíritu, en poco tiempo le hizo adelantar mucho en el camino de la perfección.

Halló un día el santo director en su huertecillo una rama de árbol medio podrida y, plantándola en la tierra, mandó a Juan que dos veces al día la regase hasta que echáse raíces y diése fruto. No se detuvo el obediente mancebo en discurrir sobre la extravagancia del pedido, si sobre la imposibilidad de lo que se le mandaba, persuadido de que debía ser fiel siempre a lo que el superior le mandase. Era notable el ejercicio por necesitar conseguir el agua de media legua de distancia. Mas no por eso se desanimó de hacer ni un solo día lo que le había ordenado, sin detenerle ni el rigor del tiempo, ni la incomodidad de regar dos veces al día un palo seco, ni el procurar mover con todas sus fuerzas una gran peña o peñasco que le buen viejo le había mandado menear. Asegura Casiano que esta ciega obediencia hizo a Juan en pocos años uno de los más elevados contemplativos y de los más santos solitarios de todo Egipto.

Muerto su santo director, pasó nuestro Juan cinco años en diversos monasterios, dedicado a la más exacta observancia de todo aquello que podía perfeccionar su virtud. Movido de Dios a vida más retirada, se fue a una montaña desierta, a dos millas de Licópolis, y en una peña muy escarpada abrió una celdilla, en la cual se encerró de tal manera, que por espacio de cuarenta años no fue visto de persona alguna sino por una ventanilla que abría raras veces.

En ésta especie de sepultura vivió nuestro santo hasta los noventa años de su edad, más como ángel que como hombre. Su comida por todo éste tiempo eran las yerbecillas crudas y silvestres, con algunas raíces que nacían dentro de la misma gruta; su bebida un poco de agua, y esa con mucha escasez. Apenas interrumpía el sueño su continua oración, porque era muy poco lo que dormía, siendo tan sublime su contemplación desde los primeros años que gustaba anticipadamente de las delicias del cielo. La afabilidad y dulzura con que un hombre de tan bajo nacimiento y de vida tan austera recibía a todos los que le buscaban, acreditaba bien que la rusticidad y la severidad inoportuna son muy ajenas de la verdadera virtud. No había hombre más grato ni más apacible que nuestro santo ermitaño, reservando para sí solo la austeridad y el rigor.

Jamás permitió que mujer alguna se acercase a su celdilla. Y a la verdad, había hecho tan dificultosas y aún tan impracticables las sendas, que solamente podían alentarse a vencer tantos estorbos los que le buscaban con deseo ardiente de consultarle sobre el negocio de su salvación. Hízose tan público el don de profecía de que el señor le había dotado, que desde las provincias más distantes concurrían a consultarle como a un oráculo que había colocado Dios en el monte para explicar su voluntad.

Arrojándose sobre las tierras del imperio romano los etíopes, pueblos bárbaros, y habiendo hecho grandes estragos en toda la Tebaida, el general del ejército romano, hallándose sin fuerzas para resistirlos, vino a consultar con nuestro santo lo que debía ejecutar. Ten confianza en el Dios de los ejércitos, le dijo Juan, y no obstante la desigualdad de tus fuerzas, ve a atacar al enemigo, que tú vencerás. La completa victoria que el general del emperador alcanzó de aquellos bárbaros, acreditó bien la verdad de la profecía.

Consultóle el gran Teodosio sobre el éxito de la guerra que tenía declarada al tirano Máximo, que había quitado la vida al emperador Graciano. Pronosticóle Juan que conseguiría una gloriosa victoria. Con efecto, fue esta tan completa, y tan a poca costa de sangre, que el piadoso emperador la atribuyó enteramente a las oraciones del bienaventurado Juan de Egipto.

Cuatro años después, estándose Teodosio disponiendo para vengar la muerte del joven Valentiniano, a quien el conde Arbogasto había hecho sufocar para colocar en el trono imperial a Eugenio, deseó mucho ver a nuestro santo. Para este fin le despachó a Eutropio su favorito; pero por más que hizo, nunca le pudo persuadir a que pasase a la corte. Pronosticóle Juan que el emperador quedaría victorioso; pero que sobreviviría poco a su victoria, como sucedió.

Movidos de la gran fama del santo, Evagrio del Ponto y seis discípulos suyos desearon pasar a verle; pero como la senda para subir a su celda era casi impracticable, Paladio, como más mozo y más práctico, se ofreció a trepar él solo a ella, para informarse por sí mismo si era tan grande la virtud de aquel hombre que mereciese vencer tantas dificultades para allegarse a él. Subió, pues, y halló cerrada la celda, como lo estaba ordinariamente. Dijéronle que solo se dejaba ver el domingo, y algunas veces el sábado. Esperó todo este tiempo en el hospicio que se había fabricado para los forasteros. Entró el sábado en una especie de claustro, donde vió a muchos solitarios juntos; y descubrió a Juan en su ventanilla, desde donde hablaba a los que se acercaban a ella. Reconoció nuestro santo a Paladio por monje del monasterio de Evagrio en el desierto de Nitria; y comenzaba a hablarle cuando interrumpió la conversación para volverse a hablar con Alipio, gobernador de la Tebaida, que llegó a la sazón. Notó Paladio esta preferencia, y atribuyéndola a especie de acepción de personas, creyó que Juan no debía ser enemigo de las grandezas humanas. Conoció el santo lo que pasaba por el pensamiento de aquel monje, y reprendiéndole con suavidad, fácilmente le hizo convenir en que tenía razón en portarse de aquella manera. Después de haberle alentado en sus trabajos, y fortalecido contra sus tentaciones, disuadiéndole sobre todo del pensamiento que tenía de hacer un viaje a su país, le preguntó como en tono de zumba si quería ser obispo. Respondió Paladio, en el mismo tono, que ya lo era, aludiendo al oficio que tenía en el monasterio de proveedor o inspector del pan y de los víveres, lo que se llama obispo en lengua griega. ¿Y de qué iglesia eres obispo? le replicó Juan. De la panera de mi casa, respondió Paladio. Tú te zumbas, continuó el santo; pero tú serás obispo, y no tendrás poco que padecer en el obispado. Si quieres evitarlo, no salgas del desierto. Cuarenta y ocho años ha que no pongo los pies fuera de mi celda; en todo este tiempo no he visto a mujer ni moneda alguna, y no he sentido el más ligero disgusto.

Despidióse Paladio de Juan y bajó a contar a sus compañeros lo que había visto y oído. Subieron todos a ver al siervo de Dios y a aprovecharse de su admirable doctrina. Fueron recibidos con aquella caridad siempre alegre y siempre urbanísima con que hechizaba a cuantos lo visitaban. Conoció con luz superior que el más mozo de todos era diácono, aunque él por su humildad se lo había ocultado a sus compañeros; y allí mismo sanó a otro de ellos que estaba enfermo. Después de haber dado orden para que los agasajasen, los entretuvo largo tiempo sobre diferentes puntos espirituales, especialmente sobre la necesidad que todo religioso tiene de ser humilde.

Refirióles la historia de un solitario que después de una vida muy penitente, se rindió de tal manera a las ilusiones del demonio, que consintió en pecar con una fantasma que este le representó en figura de mujer; y en vez de levantarse por medio de la penitencia, se dejó llevar de la desesperación, abandonó el desierto y se entregó a todo género de disoluciones.

A otro conocí, añadió el santo, que habiendo sido así tan miserable como el primero, fue más prudente. Consintió en algunos pensamiento de vanidad, después en otros de impureza, y dejó la celda con resolución de volverse al siglo. Habiendo entrado en cierto monasterio de solitarios, le pidieron estos que les hiciese algunas pláticas espirituales. No pudo resistirse; y Dios, por un efecto bien singular de su infinita misericordia, le movió a él mismo con la doctrina que daba a los otros. Restituyóse a su celda, donde pasó los siguientes años de su vida en penitencia y oración.

Poco tiempo sobrevivió Juan a esta visita. Era a la sazón de noventa años, de los cuales había pasado setenta y cinco en el desierto, y sabiendo por divina revelación el día y hora de su muerte, pidió que en tres días no se le llamase, porque de ninguno se dejaría ver. Pasó todo este tiempo en oración, durante la cual rindió su bienaventurado espíritu en manos de su Criador el año de 394. Encontrose el santo cadáver de rodillas, y fue sepultado con la pompa y la veneración que acompañan a los santos hasta más allá del sepulcro. Llamábasele comúnmente el profeta de Egipto. Su fiesta se celebra el 27 de marzo en Braga de Portugal, y su memoria es de singular bendición en toda la Iglesia.

Extraído de "Año cristiano o ejercicios devotos para todos los días del año. Tomo 3" escrito por el padre jesuita Croisset y traducido al español por el padre F. de Isla. Editado en la ciudad de París, por la Librería de Rosa y Bouret, en el año de 1859.



viernes, 19 de junio de 2015

Las supuestas apariciones marianas de Harissa (Líbano).

Han estado circulando en las redes sociales árabes cristianas algunas fotos sobre una supuesta aparición de la Virgen María sobre Harissa (Líbano) ocurrida el 15 de junio de 2015. El lugar es un importante centro de peregrinación para los cristianos maronitas por la existencia de una gran estatua mariana denominada "Nuestra Señora del Líbano".

Ya hubo un antecedente en 2011 cuando se habló de apariciones en el mismo lugar. Como en el caso de otra supuesta aparición sobre Erbil (Irak), los cristianos locales lo interpretan como una forma de dar fuerzas y ánimos por parte de la Virgen, asegurándoles que está con ellos en estos momentos de sufrimiento y persecución por parte de grupos musulmanes.





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La aparición, de ser real, sería descomunal (véase la comparación entre la "figura luminosa" y el entorno en la segunda imagen). Se aprecia que las fotografías han sido tomadas con una cámara de baja resolución. Podría tratarse de un fenómeno atmosférico similar a la aparición de "dos soles" que raramente ocurre en algunos atardeceres o amaneceres debido a una curiosa reflexión de la luz por parte de pequeñas gotas de agua o cristales de hielo en la atmósfera, aunque en este caso, lo peculiar de su forma y su gran tamaño lo hace de difícil explicación.

A continuación el video de las supuestas apariciones de 2011. Juzguen ustedes mismos.

domingo, 12 de abril de 2015

Las discusiones sobre la deuda griega se hacen eco de antiguas disputas sobre la Pascua.

Para los cristianos ortodoxos, el énfasis está en Cristo que sale de la tumba y no sigue colgado en una cruz. Se trata de la vida triunfante sobre la muerte.

Sacerdotes ortodoxos griegos celebrando la Pascua en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Las Iglesias Ortodoxas finalmente se separaron de la Iglesia Católica Romana en 1054, aunque las diferencias se habían ido acumulando mucho antes y han continuado desde entonces. Entre ellas, las iglesias orientales conservaron el calendario juliano (por lo que, este año, la Pascua ortodoxa cae el domingo 12 de abril, una semana después que en las iglesias occidentales). Más significativamente, debido a este gran cisma, las iglesias orientales como la Iglesia Ortodoxa Griega no cayeron bajo el dominio de la teoría de la salvación desarrollada por San Anselmo de Canterbury y su masivamente influyente Cur Deus Homo de 1089, un libro que alteró radicalmente la comprensión occidental de la Pascua y, con ella, una gran parte de nuestra moral. De hecho, las respectivas actitudes actuales hacia la deuda por parte de los gobiernos alemán y griego se pueden entender, en un grado notable, al rastrear la división oriental/occidental sobre el significado de la Pascua.

Según Anselmo, y los pensadores que le siguieron, la historia de la Pascua es básicamente la respuesta de Dios a una crisis de deuda. El argumento es el siguiente: los seres humanos han pecado contra Dios, incurriendo así en una deuda que tiene que ser pagada (si te parece que esta analogía de pecado con deuda es extraña, recuerda que todavía hablamos de que los criminales deben "pagar" su deuda con la sociedad). En este modelo, las escalas de la justicia tienen que ser equilibradas. Los crímenes deben ser pagados, con un nivel de pena proporcional al nivel del delito. Pero el problema teológico es que la deuda humana es demasiado alta (somos "miserables" pecadores, lo que significa que somos totalmente incapaces de pagar la cantidad requerida).

Esta es la razón, dice Anselmo, por la que Jesús viene a recibir el castigo que debería ser para nosotros y es crucificado, pagando la deuda a nuestro nombre y nivelando nuestra cuenta. La Redención, recuerda, es una metáfora económica. "No había otro lo suficientemente bueno para pagar el precio del pecado", como muchos cristianos occidentales están cantando este tiempo pascual. Para los evangélicos sobre todo, esta es la esencia misma de la salvación. El pecado es pagado. Aleluya.

Pero esto no es en absoluto la historia oriental de la Pascua. De hecho, ninguna congregación ortodoxa griega estará cantando sobre Jesús pagando el precio del pecado durante sus servicios de Semana Santa. Por un lado, ellos no están tan obsesionados con el pecado. Y no piensan que el sufrimiento de Jesús (o de cualquier otra persona) es la forma en que se reembolsa. De hecho, no consigue pagarlo. Es por eso que el arte cristiano griego, a diferencia del arte cristiano occidental, no se obsesiona con el sangrante crucificado Jesús. Para los teólogos ortodoxos, la misión de Jesús es la de romper las cadenas de los seres humanos al liberarse de la prisión de la muerte. Toda la acción importante sucede en la resurrección, no en la crucifixión. Porque, si la salvación es meramente una recuperación y esto sucede en la cruz, no hay obra de salvación que hacer en la resurrección. No, dicen, la salvación no es una contabilidad cósmica sangrienta. Es una fuga de la prisión. El énfasis está en Cristo que sale de la tumba y ya no está colgado en la cruz. Se trata de la vida triunfante sobre la muerte.

La Iglesia Católica critica a los ortodoxos de tener una visión de "alimento gratis" sobre la salvación. Sin dolor no hay ganancia, insiste Anselmo. La Iglesia Ortodoxa dice que los católicos tienen una fijación con el tema del sufrimiento y están más comprometidos con ello que con la idea de que por medio de Dios todas las cosas son posibles.

Los ateos como Alexis Tsipras, el líder griego, pueden pensar que ambas son fantasías. Pero para nuestro propósito esto no viene al caso. Vale la pena reconocer que estas dos historias completamente diferentes apoyan dos contrastantes visiones del mundo moral y diferentes actitudes hacia la economía en general y el capitalismo en particular. Tsipras está mucho más en el campamento griego ortodoxo cuando se habla de la salvación. Y la hija del pastor luterano, Angela Merkel, está muy en el occidental. Él quiere saltar y liberarse de la deuda mortífera. Ella cree que se debe pagar de nuevo, no importa la cantidad de sangre y el dolor que esté involucrado.

domingo, 1 de marzo de 2015

Milicias cristianas se organizan para enfrentar al Estado Islámico y muchos occidentales se incluyen en ellas.

Frente al Estado Islámico, muchas milicias cristianas están organizándose para la resistencia. 
 
Dentro de ellas, cientos de occidentales se unen a una cruzada "para evitar el fin del mundo".
 
Vienen de los Estados Unidos, Suiza, Alemania o Bélgica. Es una elección personal, ex marines, veteranos o ciudadanos jóvenes que lo hacen por ser "simplemente" cristianos. A menudo han sacrificado todo para costear el viaje, al igual que Tim Locks, un hombre de negocios británico que vendió su enorme casa "con piscina cubierta y TV en cada habitación", antes de tomar el avión con rumbo a Irak. Para cada uno, el objetivo es el mismo: unirse a una milicia cristiana y luchar contra el Estado Islámico. Con frecuencia las víctimas de las atrocidades musulmanas, los cristianos de Oriente Medio, han comenzado a organizarse para tratar de contrarrestar a los islamistas en "su" tierra. Uno de los primeros grupos armados, el Consejo Militar Siríaco (SMC), establecido a principios de 2013, ahora tiene en sus filas a más de 1.500 combatientes.
 
Una iniciativa a emular.
 

miércoles, 11 de febrero de 2015

Para encontrar el Reino de Dios, no lo busques en el cielo, sino en tu corazón.

"A partir de aquel momento, de vez en cuando, sentía diversas sensaciones nuevas en el corazón y en el espíritu. A veces era como una agitación en mi corazón y una agilidad, una libertad y un gozo tan grandes, que quedaba transformado y me veía en éxtasis. A veces, sentía muy ardiente amor a Jesucristo y a toda la divina creación. A veces las lágrimas corrían sin esfuerzo de mi parte como un reconocimiento al Señor, que había tenido compasión de mí, pecador empedernido. A veces mi pobre y limitado espíritu se llenaba de tales luces, que comprendía con toda claridad cosas que antes yo no hubiera podido siquiera concebir. A veces el dulce calor de mi corazón se extendía por todo mi ser y empezaba a sentir con gran emoción la presencia del Señor. Y a veces, en fin, sentía una intensa y profunda alegría al pronunciar el nombre de Jesucristo y comprendía el significado de sus palabras: 'El Reino de Dios está dentro de vosotros'".

(Fragmento de "El peregrino ruso").

jueves, 22 de enero de 2015

Supuesta aparición de la Virgen María en Erbil (Irak).

AraMic TV, medio de comunicación de los cristianos asirios, nos informa sobre la supuesta aparición de la Virgen María anoche en los cielos de la ciudad de Erbil, en el norte de Irak. En las fotografías, de baja resolución, podemos observar cómo en medio del cielo totalmente oscuro, por encima de la contaminación lumínica urbana, se aprecia una figura rojiza aparentemente humanoide.

¿La Virgen María? ¿Un extraño fenómeno meteorológico? ¿Una aparición relacionada más con el fenómeno ovni que con lo espiritual? Lo cierto es que muchas supuestas apariciones marianas han ocurrido justamente cuando se viven tensos momentos en los que peligra la vida de los creyentes, como forma de alimentar la fe de los cristianos. Este sería el caso, ya que el Kurdistán iraquí está sirviendo de refugio para muchos de los cristianos expulsados de las llanuras de Nínive por los musulmanes radicales de Estado Islámico.





miércoles, 7 de enero de 2015

Las primeras navidades peruanas también fueron con el calendario juliano.

Es solo a modo de curiosidad.

El día de hoy se celebra la Navidad según el calendario juliano, que aún es seguido por algunas iglesias ortodoxas y por las iglesias coptas. Al estar trece días atrasado en relación al calendario gregoriano, la Navidad se celebra el 7 de enero (25 de diciembre según el calendario juliano).

Es algo que vemos en la lejanía, pero resulta que las primeras 50 navidades realizadas en territorio peruano se conmemoraron también en una fecha equivalente al 7 de enero del actual calendario gregoriano.

Como sabemos, los españoles llegaron al Perú e instauraron su dominio en 1532, fundaron Lima en 1535 y combatieron contra la resistencia inca de Vilcabamba hasta entrada la década de 1570. En esta década se produjo también la conversión al cristianismo de los líderes incas de dicha resistencia, por lo cual, la primera Navidad de los descendientes de la panaca real inca se produjo también bajo el calendario juliano.

El calendario gregoriano entró en vigencia en 1582, aunque debido a que las noticias de Europa llegaban por barco, supongo que el cambio de calendario en el Virreynato del Perú debió haberse efectuado recién en 1584 o 1585, con lo cual fuimos de los últimos católicos romanos en celebrar la Navidad en una fecha que para Europa ya correspondía al 7 de enero.

¡Qué hermoso es conocer nuestra Historia y sus anécdotas!