De la Atlántida a Rapa Nui.

martes, 19 de agosto de 2014

La iglesia cristiana de Jubail en Arabia Saudita (siglo IV).

En el extremo nororiental de la península arábiga, al sur de la ciudad de Jubail, en medio de una zona industrial y no muy lejos (al oeste) de la carretera 613 Dhahran-Jubail, del Western Park Hotel y paralela (aunque lejana) a la Base Naval Rey Abdulaziz, se encuentra la prueba que la monarquía saudí y los clérigos musulmanes no quieren que su población conozca. Algo que podría hacer tambalear la fe de muchos en la península arábiga, fe que ya debe estar bastante erosionada si tenemos en cuenta de que es necesario una policía religiosa y la prohibición de toda otra religión para mantenerla firme.

La cruz indica el lugar de su ubicación.
Pero ¿prueba de qué?

Bueno, la prueba de que la cuna del islam fue desde mucho antes, cuna de gran número de cristianos. Y es que incluso Mahoma tuvo parientes cristianos y fue influído por las prédicas de un monje nestoriano. Y justamente nestoriana es la gran prueba: se trata de la iglesia cristiana asiria de Jubail, del siglo IV y cuya investigación (por obvias razones) ha sido vetada a los arqueólogos por parte del gobierno saudí, así como también toda visita de civiles locales o extranjeros.




"En 1986, un grupo de personas que realizaban un picnic en el desierto, descubrieron las ruinas de una iglesia cerca de la ciudad de Jubail, Arabia Saudita, al sacar su camión de la arena. Se cree que la iglesia fue construida antes del año 400 DC, por lo que es anterior a la mayoría de las iglesias europeas. Estuvo probablemente asociada a alguno de los cinco obispados existentes en las orillas del Mar de Arabia durante la vigencia de Nestorio, patriarca de Constantinopla y fundador de la herejía que lleva su nombre. 

Cualquiera que esté familiarizado con los edificios de las iglesias católicas de rito oriental reconocerá el diseño básico. Al observar la base de las columnas que soportaban el techo de la sala principal es fácil identificarla como la nave de una iglesia. Probablemente, el techo era una mata de ramas de palma sostenidas por bandas y vigas un pie por encima de las paredes permitiendo el ingreso de luz solar y ventilación. La congregación habría entrado por la puerta principal en el lado oeste de la nave, las mujeres se habrían ubicado de pie a la derecha, mientras los hombres también de pie a la izquierda, ambos mirando hacia el este, hacia el santuario (en medio de las tres cámaras más pequeñas), donde el altar habría estado ubicado.

En las puertas de la sacristía, el santuario, la capilla y la entrada principal, unas cruces de piedra se unían a la pared. Estas cuatro cruces estaban en su lugar durante la primera excavación, pero desaparecieron a finales de 1986 o principios de 1987. Durante los años transcurridos desde el descubrimiento, el desierto ha borrado incluso las marcas dejadas cuando se retiraron las cruces. Estas se encontrarían resguardadas por el Departamento Saudí de Antigüedades (que cerró el área supuestamente para protegerla) pero una búsqueda en el sitio web de esta institución muestra que la iglesia ni siquiera se encuentra registrada".

Las fotografías pertenecen a Robert y Patricia McWhorter y fueron tomadas en su breve estancia de 1986 antes de que el gobierno saudí cerrara el lugar.

Fuente de la información: Assyrian International News Agency (fotografías) y otros.

domingo, 17 de agosto de 2014

¿Ángeles en el Monte Athos?

En una página de internet fue colgada la fotografía de una familia que visitaba el Monte Athos (Grecia), lugar sagrado para la Iglesia Ortodoxa, y que al parecer, mostraría unas curiosas formas luminosas que ellos interpretan como ángeles. ¿Realidad? ¿Truco? ¿Pareidolia?


viernes, 15 de agosto de 2014

La antigua iglesia cristiana de Aqaba (Jordania).



Los restos de la estructura más antigua conocida, diseñada y construida como iglesia se han encontrado en el puerto jordano de Aqaba, en el Mar Rojo. Alfarería, similar a la vajilla de engobe rojo de Túnez, en los cimientos del edificio, datan a la iglesia en los finales del siglo III o principios del siglo IV, de acuerdo con su excavador, el arqueólogo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Thomas Parker. Que el edificio era una iglesia es indicado por su orientación hacia el este, su planta general (basílica con una nave central flanqueada por naves laterales), y artefactos, tales como fragmentos de una lámpara de aceite de vidrio.

En un cementerio adyacente se encontraron 24 esqueletos humanos, la mayoría enterrados en tumbas de ladrillos de barro. La cerámica y las monedas indican que el cementerio, al igual que la iglesia, estaba en uso en el siglo IV, y una tumba arrojó una cruz de bronce fragmentaria, lo que sugiere que el fallecido era un cristiano. Un obispo de Aila, como era conocida la antigua Aqaba, estuvo presente en el Concilio de Nicea convocado por Constantino en el año 325 para debatir la naturaleza de la Santísima Trinidad y otros asuntos. La participación del obispo de Aila en el consejo sugiere que la ciudad tenía una importante comunidad cristiana.

La iglesia, de unos 85 por 53 pies, tenía paredes de adobe construidas sobre cimientos de piedra con puertas con arcos. Tanto los pasillos laterales y la nave parecen haber sido abovedados. Los rastros de pintura roja y negro se conservan en el yeso blanco de una de las paredes de la nave, pero no hay imágenes claramente discernibles. Las siete bandas de piedra de una escalera sugieren que el edificio tenía un segundo piso. Al este de la nave está la zona del presbiterio y un ábside rectangular. Sólo una parte del presbiterio se ha excavado, pero dos fases de una base de piedra han sido revelados.

Pocas iglesias primitivas son conocidas y éstas fueron construidas originalmente para otros propósitos, tales como una casa en Dura Europos (Siria) que fue convertida en una iglesia. Por lo general, fechada aproximadamente entre los años 230-240, al parecer cambió de uso cuando la ciudad fue tomada por los persas en el 256. Iglesias de adobe similares a la de Aila se conocen en Egipto, pero son un poco más tardías. Ca. Otras iglesias cristianas primitivas, como la del Santo Sepulcro en Jerusalén, erigida originalmente 325, han estado en uso continuo y reconstruidas a lo largo de los siglos, por lo que su arquitectura original es difícil de discernir. La iglesia de Aila fue utilizada por menos de un siglo. Sus últimas monedas datan de entre los años 337 y 361, lo que sugiere que la iglesia fue víctima del terremoto que, según las fuentes históricas, devastó la región. Después, el edificio fue abandonado y se llenó rápidamente por la arena que el viento arrastraba, conservando sus muros de hasta 15 pies de altura.

Autor: Mark Rose.

Extraído y traducido libremente de: Revista Archaeology, publicación del Archaeological Institute of America, Volumen 51, Número 6, noviembre/diciembre de 1998.

martes, 12 de agosto de 2014

Cristianismo y revolución.

"José Gabriel (Condorcanqui, Túpac Amaru II) fue un católico ferviente y sentía que su misión era providencial. No iba a la zaga Micaela Bastidas ni las lideresas de la sublevación. Todas actuaron imbuidas de un acendrado cristianismo.

En un documento español leemos incluso que Micaela 'se jactaba con hipocresía de que era el azote del cielo contra los europeos' (PALACIOS Atard, Vicente. Areche y Guirior. Observaciones sobre el fracaso de una visita al Perú. Sevilla, 1946, pag. 87.).

La sublevación jamás atacó los dogmas católicos, aunque sí, varias veces, la propiedad de la Iglesia. En principio se respetó la alta jerarquía católica, sin excluir al Obispo del Cusco.

Micaela dispuso también que, siguiendo el ejemplo de José Gabriel, las tropas insurgentes usasen una crucecilla como distintivo en los sombreros o chullos 'en señal de verdaderos y buenos cristianos'.

Todo esto no le impidió actuar con dureza contra algunos sacerdotes cuando alinearon al lado de los realistas; en cambio hubo excelentes relaciones con muchos curas de aldea; entre ellos destaca la figura de José Maruri, quien auxilió con hombres, armas y dinero a los alzados.

No se excluyen estas actitudes radicales con el cristianismo. No olvidemos que fueron los principios iniciales del evangelio los que guiaron, en buena medida, a los alzados. La defensa de los pobres y el ataque a los ricos es base doctrinaria de las etapas aurorales de la religión cristiana.

Por lo demás, para ese tiempo, el siglo XVIII, varias eran las insurrecciones sociales que habían tomado como inspiración los iniciales principios del cristianismo; la de los husitas de Bohemia quizá sea la más célebre de todas.

De allí que no puede extrañar que aquí como en otras partes y épocas un catolicismo militante no chocase con las más profundas transformaciones sociales; más bien, se inspiraban en el amor a los pobres y en un elemental sentido igualitario de justicia".

Extraído de: VEGA, Juan José. Micaela Bastidas y las heroinas tupamaristas. Separata de la revista Administración Educativa. Ediciones Universidad Nacional de Educación. Lima, Perú. 1971.

Comentario: Desde que el cristianismo occidental se contaminó con las ideas relativistas de la Ilustración masónica, ha perdido la fuerza de siglos anteriores y eso lo ha herido, quizá de muerte, en la Europa que durante siglos fue su centro. Se habla mucho de dar la otra mejilla pero poco de defenderse y defender a los que comparten tu fe. Y a consecuencia de esto, las naciones "cristianas" miran con indolencia o indiferencia el genocidio cometido contra nuestros hermanos cristianos sirios e iraquíes por parte de musulmanes. Los han abandonado en nombre del buenismo y de un supuesto "el islam no es el problema, solo es un grupete de fanáticos el que causa problemas" que ha costado y sigue costando muertes, violaciones y torturas de hombres, mujeres y niños. El cristianismo debe recuperar su fuerza guerrera y luchar por su supervivencia.

Aún recuerdo las palabras del imán de la mezquita de Tacna en 2006. En una tarde de conversación mencionó a los sufíes de forma despectiva por su pacifismo. "Esos no son musulmanes, son otra religión contaminada por el cristianismo. ¿Qué quieren? ¿Volvernos así y que mientras nos invaden nosotros sigamos tejiendo y rezando hasta que nos maten?". Por lo visto, el barbón Mahmoud Alí la tenía clara y los líderes religiosos musulmanes que guardan silencio cómplice ante los asesinatos realizados teniendo como base su libro "sagrado", también.

lunes, 11 de agosto de 2014

Las equivocaciones de una piadosa veneración del cristianismo popular.

Cruz en la pared exterior de una iglesia colonial en la cuadra 2 del jirón Conde de Superunda, Cercado de Lima.
Analicemos el mensaje que acompaña a la pequeña cruz:

1. Cristo yacente no nos puede pedir nada, porque Cristo ya no yace. Él resucitó de entre los muertos, salió de la tumba y ascendió a los cielos. Actualmente está sentado a la derecha de Dios Padre y vendrá rodeado de Gloria el día del Juicio Final. Lo repito: Él no yace. Creerlo es desconocer lo más básico de nuestra fe y, de hecho, es negarla, es un insulto. Porque si Jesús no resucitó, nuestra fe es vana, como dijo Pablo de Tarso.

2. El cristiano no ama ni venera a ninguna cruz. Mucho menos a UNA cruz en específico. Eso es parte del pensamiento mágico (diferente del pensamiento religioso) propio de personas simples. La cruz representa y nos recuerda constantemente el sacrificio de Nuestro Señor, siendo por ello un símbolo valioso; pero no es un objeto mágico al que debamos rendir culto ni mucho menos amor, así como tampoco pedirle favores ni milagros. Cristo superó la cruz al vencer a la muerte y mientras la cruz del Gólgota se pudrió y quedó olvidada para siempre, Nuestro Señor VIVE y está espiritualmente presente cada vez que dos o más personas se hallan reunidas en su nombre, de forma tan real como les ocurrió a los discípulos de Emaús.

Por ello, la veneración a esa cruz, como a cualquier supuesta astilla de la cruz verdadera del Gólgota o a otros maderos (como la Cruz de Motupe) no hace otra cosa que concentrar nuestra fe en un objeto, desviándonos de la adoración total que le debemos a Dios.